Walk, Forrest, Walk
Todavía no puedo volver a correr, como Forrest, pero camino. Cuando dudo o me estanco en la vida, engaño a mis demonios caminando; así mi cuerpo acaba convenciendo a mi mente de que nos movemos hacia mejor puerto. Entre una zozobra y otra, árboles y pasos, anida el placer: dejarse florecer en primavera, desatarse de vida en verano, tirar la hoja y el ánimo en otoño. Hibernar entre la niebla con las ramas desnudas de todo lo malo.
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