El verano de las flores libres.
Hay flores a las que nos basta con coger la primera hoja que pase que vuele a a eso distinto que no es igual para todas: algunas quieren hogar, otras otros mundos. Esta vez yo elijo la calma y estar como me plazca, triste o feliz, en paz o enfadada, brillante o marchita.
Pareciera que sólo en vacaciones se vive, y a mí me entra estrés con esa sensación de que estoy obligada a ser feliz escalando montañas o navegando océanos: este verano mi único plan es no afanarme en travesía ninguna, salvo la de coger la primera hoja que pase que vuele a algún lugar distinto de la prisa, del pasado, del futuro, de la lucha, de la rutina, del deseo, de la ausencia, de la preocupación, del miedo. Tal vez sea un bosque, tal vez un libro, tal vez una piedra donde pueda sentarme libre y descalza a cantar #summertime, lejos de cualquier duda y de todo anhelo.