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Hoy me siento a sentir

2014-07-02 11.51.53

A veces me olvido de sentarme a sentir, qué tonta. En el aquí, allá, arriba, abajo, deprisa, despacio, que camino que corro que voy que vengo, se me va el santo al cielo. Un rato al día y varias veces al año, como hoy, el más importante de los quehaceres perezosos. Sentarse, y sentir.

Cuadernos de viaje (2): Carmen, el viaje psíquico.

2014-05-22 19.05.21Su padre le leía de pequeña, antes de la guerra. Supongo que por eso vivió de forma natural dejarse leer en voz alta cuando su cuerpo dejó de funcionar y apenas podía hablar. No le gustaban las fiestas, prefería la intimidad del grupo pequeño, se sentía así menos expuesta, creo que quería vivir su enfermedad en privado. Prefería lecturas fantásticas, paisajes lejanos, poemas de emociones adolescentes, cualquier cosa que le hiciera (sonreía) “sentirse transportada”. La lectura es una herramienta de poder cultural, pero también es un lugar donde elaborar el mundo u olvidarse de él descubriendo otros. Para Carmen, un espacio de libertad en su vida de cuerpo inmóvil, una forma de comunicación cuando quedó sin habla. Para mí,con ella, significó compartir mundos posibles, un viaje a territorios donde la mente y las emociones podían hacernos a todos sentirnos transportados sin importar edad, enfermedad, caducidad o límites.

Cuadernos de viaje (1): Alegría, la entusiasta

2014-05-22 19.05.21Alegría nunca pudo estudiar, pero hasta quince días antes de morir bajó al club de lectura. «Yo no sé leer bien -decía- si me pongo a leer diré mentiras, porque no entiendo. Pero aunque no entienda ni oiga bien a mí me gusta todo: la poesía, la lectura. Todo, hija mía». Ella aprendió algo sobre literatura, poesía. Y yo, a querer honrar su nombre: vivir con Alegría aprendiendo hasta el final de mis días.