Ya no quiero cambiar el mundo: le dejo en paz si me deja en la paz.
Dejadme apagar el móvil, que hoy cocino silencio, la metáfora se presenta a cenar. Tal vez tenga una cita con un verso libre, si me deja a mí libre con mi verso.
Dejadme salir por ahí, a caminar en algún sitio entre el aquí y el ahora.
Dejadme tiempo, que tengo que salir a buscar poesía. Si la encuentro o no, es cosa mía.
Este árbol me miró con sus pinturas de guerra, pero no me di por aludida: la única tierra que merece ser conquistada es la paz de uno.
No conozco lucha en la que no pierda el corazón. Por eso son bien pocas las veces que guerreo o me atrinchero en esa razón que cada cual presume propia. De normal, prefiero perder; gano así lo que me importa.
La lucha no es la solución a todo ni la razón la única espada, ni la trinchera la mejor defensa. Se lo digo al árbol, por si me escucha. Por si se cansa de guerras.
Cuando no me gusta el mundo y extraño uno mejor, me lo invento. Un paseo se vuelve un viaje, un libro un hogar, un beso refugio y una sola gota de agua trae hacia mí un océano, de color y recuerdos.
La lucha no es algo que pueda llevarse en el bolso de todos los días: la guardo para las grandes ocasiones. Así que al final de un día feo dejo las pulgas en la puerta y si no me gusta el mundo, lo pinto. Un paseo es un viaje, un libro mi hogar, un beso refugio. Y con una gota, #invento #imagino #vivo.
Se puede vivir en una herida, dice el poeta.
Cada vez más me pregunto si la felicidad no será un hueco en la grieta, una que uno mismo encuentra y adorna. Dejar al azar algo tan delicado como la alegría… es de tontos: nos pasan las cosas que nos pasan, sin un guión que escriba la razón.
Por si acampas lejos de una vida perfecta, recuerda las palabras del poeta: Una herida es también un lugar donde vivir.
Fue amor a primera vista, la camiseta. Y cuando es amor da igual el precio, el momento o la conveniencia. El amor. Tal vez vengamos a este mundo con un capital inicial de energía emocional limitado, y nuestra felicidad dependa de una buena gestión. Tal vez nos debamos una buena inversión que conlleve abandonar sin miramientos aquellas cosas que arrojan pérdidas y las prácticas que nos generan infelicidad. Tal vez la esencial muestra de amor sea con nosotros mismos, y dónde, quién y en qué cosa ponemos el corazón, nuestro principal activo: cada cual valora su porcentaje de riesgo. Por eso la camiseta y la frase de #FridaKhalo. Hay tantas personas, libros, viajes, amigos, ideas, proyectos, bailes, sonrisas, esperanzas, besos, palabras y causas que necesitan de toda tu fuerza y pasión, que solo a ti te corresponde la elección. En todo ese amor que tienes dentro, tú mandas y caminas. Pero, por favor: donde no puedas amar no te detengas.