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La edad de la inocencia

amarillo instagram Siempre se me dio fatal ser una flor que palpita frágil por ahí gritando primavera.
Pero hay días en que la vida se pone fea y me canso del traje de guerra, de ser árbol que ampara y de cortar las malas hierbas. Cuanto más todo me habla de que juegue o consiga, de que venza o muera, de ganar o perder, más me convenzo de vestirme de flor y volver a la edad de la inocencia … al menos unos instantes, cuando amo.
Por lo menos, cuando amo.
Qué menos que cuando amo.
Al menos unos instantes, cuando escribo, quiero ser una flor que palpita frágil por ahí gritando primavera.

Una herida es también un lugar para vivir (#JoanMargarit)

IMG_20170831_063917_360 Se puede vivir en una herida, dice el poeta.
Cada vez más me pregunto si la felicidad no será un hueco en la grieta, una que uno mismo encuentra y adorna. Dejar al azar algo tan delicado como la alegría… es de tontos: nos pasan las cosas que nos pasan, sin un guión que escriba la razón.

Por si  acampas lejos de una vida perfecta, recuerda  las palabras del poeta: Una herida es también un lugar donde vivir.

Donde la imaginación te lleve.

IMG_20180208_065713_919 Cruzaba la Plaza del Pilar y escuché esta hoja que gritaba socorro desde el suelo. Ayúdame, me dijo, estoy atrapada. La cogí, el cierzo soplaba fuerte y voló alto al país de #nuncajamás. Ando por la vida poniendo voces a los árboles, las hojas y los ríos, y me pregunto si estaré loca o si resulta que soy poeta. Tal vez las dos cosas, es difícil la cordura en un mundo que la pierde a diario: para eso nos sirve la imaginación. Para sobrevivir y ponerle colores a un lienzo sucio de borrones: díselo a  las hojas que veas atrapadas, a los que huyen por salvar la vida mientras el mundo mira a otro lado, a las mujeres que viven de que les escupan jadeos, díselo a los que luchan sin resultado y a los que ya no tienen más remedio. Cuando ya no sepas qué decir,  diles que agarren el viento y por un momento sin tiempo vuelen alto donde la imaginación les lleve.

Somos los #Reyes de nuestro mundo.

IMG_20180202_063154_647 Por fin encontré mi trono de árbol, hierba y agua, en uno de mis paseos por la ribera. Me senté con dignidad… como si esta silla me hubiese estado esperando desde siempre, y recordé los versos de Henley, Invictus: «soy el maestro de mi destino, el capitán de mi alma». Cada uno de nosotros somos un ecosistema genético único, un pequeño universo que requiere gobernanza e inteligencia para moverse de la mejor manera posible en este viaje. Por ello, todos deberíamos tener un salón del trono desde el que gobernemos nuestro mundo: un lugar donde sentarnos y tomar decisiones, perdonarnos, declarar la guerra a lo que nos hace infelices, abolir preocupaciones tontas, donde retirarnos y ordenar que se alcen los muros que protegen el silencio. Donde ningún enemigo adivine debilidades y repensemos con reposo nuestras fronteras, donde el amor invente excepciones a leyes que la razón escribió. Donde seamos los #Reyes de nuestro Yo.

Un lugar más habitable

IMG_20180128_132206_054Pensé que en un mundo a veces inhabitable, sabemos fabricar belleza. Que en días difíciles esculpimos y en los grises escupimos con amor, en un lienzo imaginario, el color que nos huye. En el caos dibujamos geometría. Ponemos música al dolor y narramos, bailamos, cantamos. Pensé que en un mundo, a días inhabitable, nos inventamos otros paralelos, con su propia lógica. Que con las manos, la boca, los ojos, el cuerpo, la mente, el lenguaje, el sonido, la piel, edificamos. Por eso me gustan los artistas que nos abren ventanas y me gusta el nosotros que se pone artista y hace algo de magia en la suya, su ventana.

Pensé en todas las ventanas invisibles que hacen de este mundo un lugar más habitable.