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Somos los #Reyes de nuestro mundo.

IMG_20180202_063154_647 Por fin encontré mi trono de árbol, hierba y agua, en uno de mis paseos por la ribera. Me senté con dignidad… como si esta silla me hubiese estado esperando desde siempre, y recordé los versos de Henley, Invictus: «soy el maestro de mi destino, el capitán de mi alma». Cada uno de nosotros somos un ecosistema genético único, un pequeño universo que requiere gobernanza e inteligencia para moverse de la mejor manera posible en este viaje. Por ello, todos deberíamos tener un salón del trono desde el que gobernemos nuestro mundo: un lugar donde sentarnos y tomar decisiones, perdonarnos, declarar la guerra a lo que nos hace infelices, abolir preocupaciones tontas, donde retirarnos y ordenar que se alcen los muros que protegen el silencio. Donde ningún enemigo adivine debilidades y repensemos con reposo nuestras fronteras, donde el amor invente excepciones a leyes que la razón escribió. Donde seamos los #Reyes de nuestro Yo.

Cuando el cielo dibuja olas.

IMG_20171121_065036_883 Esto va de una chica de interior que culpaba a su río por no ser el océano que siempre anhela; pero era el cielo el que dibujaba para ella olas de nubes, el que le regalaba el azul marino.
Apenas nada de lo que he buscado con ahínco me ha sido dado. Por contra, tantas cosas extraordinarias han venido a mí sin pedirlas que necesitaría décadas para contarlas. La vida siempre me encuentra en movimiento, y creo que es el truco de todo esto: que el alma circule en gerundio y con ojos abiertos. Amando. Riendo. Llorando. Intentando. Aprendiendo. Caminando. Sólo así el viaje te encuentra y se ve el cielo que dibuja para ti olas de nubes.

Mujeres que surfean la vida.

IMG-20171017-WA0002Basta de mapas o planes,  concluyeron dos amigas: hablaban de proyectos que nacen y mueren, de personas que van y vienen, de ilusiones podadas y brotes de otras frescas, distintas. De mujeres orquesta que escalan problemas y cuidan flores, que son humanas y se quiebran, que son heroínas y hacen cima.  De viajes que buscan dunas y silencio, belleza y horizonte.  De cómo hacen para que el día se pare un rato sin que nada se pare. De cómo, decir adiós a tantas cosas, es un golpe de marea. De cómo con retales de vida inventan universos propios más allá del cielo. De no luchar ya contra los días, ni afanarse en conquistarlos: mejor surfear cada cosa que llega tras la estela de lo que traigan las nubes. Abandonarse a la incertidumbre. El único mar en calma es el que pinta la noche cuando nos quedamos a solas con ella.

(Fotografía de Ana Serrano Tierz)

Alquimia.

IMG_20171102_064621_535Alguien que me amó dijo de mí que tenía el superpoder de encontrar la única cosa bonita en medio de todo lo feo. Éramos jóvenes y creíamos que la felicidad nos vendría dada sin más, que esperaba a la vuelta de la esquina.

A veces, cuando paseo, me acuerdo de aquellas palabras. Las más bellas. Enciendo los ojos y les pregunto si todavía está ahí ese don, si la vida no lo habrá lesionado. Si todavía dibujo esquinas de alegría en el desierto. Si aún puedo jugar a alquimista con todo lo feo.

Equilibrio.

IMG_20170825_061921_361 Hay gente que tiene soluciones a conflictos imposibles. Dibujan un plan para un mundo nuevo donde, al parecer, no volverá nada de lo que siempre ha enfrentado a los hombres.
Yo sólo sé que hoy me mantengo en pie. Una piedra sobre otra. Busco la gravedad y la quietud que extravié ayer.
Yo sólo sé que hoy viajaré, al final del día, a ese lugar dentro de mí donde están todas mis piedras. Recogeré las perdidas en tropiezos y piruetas.
Sólo sé que hoy  encontraré mi equilibrio.