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Cuando el cielo dibuja olas.

IMG_20171121_065036_883 Esto va de una chica de interior que culpaba a su río por no ser el océano que siempre anhela; pero era el cielo el que dibujaba para ella olas de nubes, el que le regalaba el azul marino.
Apenas nada de lo que he buscado con ahínco me ha sido dado. Por contra, tantas cosas extraordinarias han venido a mí sin pedirlas que necesitaría décadas para contarlas. La vida siempre me encuentra en movimiento, y creo que es el truco de todo esto: que el alma circule en gerundio y con ojos abiertos. Amando. Riendo. Llorando. Intentando. Aprendiendo. Caminando. Sólo así el viaje te encuentra y se ve el cielo que dibuja para ti olas de nubes.

Enamórate.

IMG_20171006_064452_253Enamórate de alguien, de algo, de la forma que sea. De un lugar que conozcas o que esté por conocer. De una idea nueva, o saca brillo a las que guardaste en el desván. Enamórate de los que ya te quieren. Enamórate de los recuerdos, pero de los que hacen que rías a solas por la calle. Enamórate de querer estar enamorado pese a todo. Del silencio, si estás solo. Del ruido de los que anidan contigo. Enamórate del alba o de la música a medianoche, de tu ciudad o de un viaje loco, del paseo de domingo, de la siesta del sábado, del vermú con los amigos, de un libro, del olor del cuerpo que amas o amaste, de todo lo que queda por descubrir, o de lo que ya aprendiste. Del vino que te sacó la risa tonta el día menos oportuno, de los que siguen creyendo en algo, de tu pastel favorito, de los que venden flores. Enamórate de ti mismo, en la salud y en la enfermedad: de lo que fuiste, eres y serás. Ojalá llenes tus huecos con todas esas pequeñas cosas que dibujan sentido a un día tonto. Sal a la calle y ¡enamórate!.

Un alma de ojos abiertos.

IMG_20171001_083446_455En otoño, el naranja más bonito nace de la mudanza. Hay belleza en una rama que se quiebra, en caminos que terminan, hojas que caen y en todo lo que se va, vuelva o no en primavera. El cambio es la rutina de todo lo que vive: mejor volar por encima de alegrías y tristezas, mejor no atarse a razones o enfados, mejor ponerle un lazo a las derrotas y cantarle una nana a los adioses. Mejor quedarnos siempre con la belleza que reside en todas las cosas, si aprendemos a mirarlas con un alma de ojos abiertos.