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El arte de esperar

2018-06-09-PHOTO-00002374 A veces voy al otro lado del Ebro, al atardecer, y espero. Por unos minutos el sol se despide de las cosas con este naranja mágico sin filtros, sin efectos especiales.

Esperar es todo un arte que a mí se me da fatal, a pesar de la certeza de que las mejoras cosas en mi vida se han cocinado en tiempos de espera, entre aviones, amores, desastres o triunfos, ajenas a mi voluntad o mis intentos.  Por eso camino tanto, porque es la única manera que mi cuerpo encuentra para vivir en gerundio cuando todo parece quieto.

Esperar es un arte que te enseña a mirar.  Todo aquello que ni buscas ni intentas, todo aquello que ni ves cuando corres, todo aquello que en tu ausencia el sol tiñe de naranja mágico.

La edad de la inocencia

amarillo instagram Siempre se me dio fatal ser una flor que palpita frágil por ahí gritando primavera.
Pero hay días en que la vida se pone fea y me canso del traje de guerra, de ser árbol que ampara y de cortar las malas hierbas. Cuanto más todo me habla de que juegue o consiga, de que venza o muera, de ganar o perder, más me convenzo de vestirme de flor y volver a la edad de la inocencia … al menos unos instantes, cuando amo.
Por lo menos, cuando amo.
Qué menos que cuando amo.
Al menos unos instantes, cuando escribo, quiero ser una flor que palpita frágil por ahí gritando primavera.

El momento perfecto.

IMG_20180131_070122_117 Muy de vez en cuando se nos regala un momento perfecto, uno el que el  azul,  el verde  y el sol por fin hacen bien su trabajo.

Muy de vez en cuando el viento nos trae una noche de vino y rosas mientras el mundo sigue su prisa.

Muy de vez en cuando los planes salen tan bien que no queda más remedio que celebrarlo.

Deberíamos guardarlos, en algún baúl del corazón. La colección de todos esos ratos  que amanecen nuestra vida.

Si la amistad tuviese un color

IMG_20180506_145533637 Siempre odié el  amarillo, hasta que conocí hace nada a todas estas flores que acechan felices en grietas locas y baldosas de ciudad, que se agarran a la madera de los bancos y brotan en un despiste del olvido.

Si hay un tiempo para que algo florezca pese a todo, es éste. Mis ojos van tras  afectos y amistades de todo tipo y condición que nos sorprenden sin buscarlos, como una bendición amarilla, encaramadas tras las prisas y los muros del día a día.

Siempre odié el amarillo, hasta que conocí hace nada a la flor que me enseñó el color de la poesía. Sea bienvenida.

 

¡Hasta el infinito y más allá!

IMG_20180422_144712956 Cuando no sepas hacia dónde ir, acude al infinito. El del cielo que te habla o el viento que canta olas de silencio. Un abrazo en la noche y siglos de arena.

Cuando no sepas qué, elige el infinito. El de cualquier cosa que susurre calma y aquel barco que te lleve mejor hacia ti mismo.

Cuando no sepas por qué, pregunta al infinito. El que responde con una pregunta libre, libre de miedo, libre de odio, libre de podio, libre de razón, libre de tiempo.