¡Hasta el infinito y más allá!
Cuando no sepas hacia dónde ir, acude al infinito. El del cielo que te habla o el viento que canta olas de silencio. Un abrazo en la noche y siglos de arena.
Cuando no sepas qué, elige el infinito. El de cualquier cosa que susurre calma y aquel barco que te lleve mejor hacia ti mismo.
Cuando no sepas por qué, pregunta al infinito. El que responde con una pregunta libre, libre de miedo, libre de odio, libre de podio, libre de razón, libre de tiempo.
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