Cuadernos de viaje (3): a la vejez… poesía.
Millán fue pastor de joven y ahora, a sus muchos, es poeta. Pesimista de mentira, la vida y el poema tienen que rimar, ordenados. Es parco en palabras, pero regala versos puestos en fila que recita a ritmo de jota. No oye, pero escucha. No sonríe pero le ríen los ojos. Administra sus versos con la humildad del que quiso estudiar y la grandeza del que da lo que tiene, que a su vejez es poesía, por si la vida le va quitando casi todo lo demás.
Solo agradecerte tu preciosa descripción de mi tío. Sabemos que disfrutó muchísimo de vuestro Club de Lectura.
Gracias a vosotros. Quise mucho a tu tío, tenía una elegancia interior y una ternura escondida que me robaron el corazón. Siempre tuvo un detalle de cariño hacia mí. Siempre. Un abrazo para todos.