Sueños a la carta
Sueños a la carta, este despacho movió mi sueño de PENSAR en calma, sin prisas. Miro, os escucho, leo sueños imposibles, tontos, secretos, tiernos, justos: correr una maratón, construir familias grandes y felices, comer todos los días, adelgazar, viajar, vivir con dignidad, morir con dignidad. La vida y la historia se construye de sueños cumplidos y, también, de sueños rotos. Pese a todo, soñar es un interruptor que enciende y mueve la brisa que sopla fuerte las velas en nuestro viaje a Ítaca, donde lo que al alma importa es que la naveguemos firmes, sea cual fuere nuestro puerto.
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